lunes, 22 de septiembre de 2014

Rosetta, la exploradora de cometas

(Esta entrada se publicó primero en el número 16 de la revista Buk Magazín, que puedes leer online.)
'Selfie' de Rosetta con el cometa al fondo (ESA/Rosetta/Philae/CIVA)

Sin duda, es uno de los acontecimientos científicos del año. Después de una década de viaje y más de 6.400 millones de kilómetros recorridos por el espacio interplanetario, la sonda espacial Rosetta, de la Agencia Espacial Europea, ha llegado a su destino: el cometa 67P/Churyumov-Geramisenko. El encuentro se produjo el pasado 6 de agosto, cuando Rosetta encendió uno de sus motores durante algo más de seis minutos para frenarse y acompasarse a Chury –como se le conoce familiarmente-, a una distancia de apenas 100 km de su superficie.

Imagen del 9 de agosto, a 99 kilómetros (ESA/NAVCAM)

No es la primera vez que una sonda espacial visita un cometa. Pero, a diferencia de las ocasiones anteriores, en los que simplemente pasaron de largo, Rosetta ha llegado para quedarse. Ahora mismo, ambos se encuentran en algún punto entre las órbitas de Marte y Júpiter, a más de 400 millones de kilómetros de la Tierra, viajando a toda velocidad –unos 55.000 kilómetros por hora- hacia el interior del Sistema Solar. Durante más de un año, la sonda será el inseparable compañero de Chury: juntos rodearán el Sol y volverán de nuevo hacia Júpiter.


Lanzada el 2 de marzo de 2004, el viaje de Rosetta ha sido una auténtica odisea. Para alcanzar su objetivo ha tenido que realizar varias maniobras de asistencia gravitatoria, un recurso utilizado por los ingenieros con el fin de ahorrar combustible. Consiste en utilizar la gravedad de un planeta para ganar el impulso con que viaja éste y aumentar la velocidad de la sonda sin gastar energía. Con este fin, Rosetta ha sobrevolado en total tres veces la Tierra y una vez Marte. Este periplo no ha sido en balde, ya que la sonda ha aprovechado para visitar dos asteroides, el 2867 Šteins y el 21 Lutetia, recopilando valiosa información sobre estos objetos y su origen.

El asteroide Steins, desde varios ángulos (ESA)

Asteroide Lutetia, en su máximo acercamiento (ESA)

La Tierra vista desde Rosetta, durante el sobrevuelo de 2009 (ESA)

No ha sido el único éxito de Rosetta durante el viaje. A pesar de ir equipada únicamente con paneles solares, ha conseguido llegar más allá de la órbita de Júpiter, donde el frío y la falta de luz solar son acuciantes. Para ello recurrió a una estrategia inusual en este tipo de misiones: entrar en hibernación. Ocurrió el 8 de junio de 2011, cuando se apagaron todos los sistemas de la nave, salvo el ordenador de a bordo y algunos calentadores, que se encendieron para evitar que la sonda se congelara a medida que se alejaba del Sol. Dos años y medio más tarde, Rosetta despertó de su letargo y empezó la reactivación de todos los instrumentos científicos y de control sin ningún contratiempo. 


Durante las próximas semanas, Rosetta se irá acercando progresivamente al cometa, hasta quedarse a solo 25 kilómetros de altura. Sus instrumentos cartografiarán la superficie para seleccionar el lugar idóneo donde aterrizará el módulo que lleva a cuestas, Philae (llamado así por la isla del Nilo cuyo obelisco ayudó a descifrar la Piedra de Rosetta). Si todo va bien, el próximo 11 de noviembre seremos testigos del momento más emocionante de la misión, cuando Philae se descuelgue de la sonda espacial, se pose suavemente sobre la superficie del cometa y se ancle mediante unos arpones. Una vez que esté sujeto, Philae estudiará de primera mano el núcleo del cometa, mientras Rosetta observará la evolución de Chury durante su trayectoria alrededor del Sol.

El lugar elegido para el aterrizaje de Philae (ESA/Rosetta)

Detalle del lugar del aterrizaje (ESA/OSIRIS/Rosetta)

Una vista aún más cercana del sitio (ESA/OSIRIS/Rosetta)

Los datos acumulados por Rosetta y Philae servirán para conocer las condiciones que reinaban en el Sistema Solar cuando se formó. En particular, podremos saber si parte del agua que hay en la Tierra vino del masivo bombardeo de objetos celestes -asteroides y cometas- que sufrió nuestro planeta hace 4.000 millones de años.

Los científicos ya se están frotando las manos. Las primeras imágenes obtenidas del cometa revelan una forma irregular y compleja, compuesta por dos partes claramente diferenciadas. Por otro lado, su temperatura es algo mayor que la prevista. En lugar de cubierta de hielo, su superficie es oscura y polvorienta.

El cometa, a una distancia de 28,6 km el pasado 19 de septiembre.
Se aprecian los chorros de gas y polvo (ESA/Rosetta/NAVCAM)

Veremos qué otras sorpresas nos depara esta histórica misión.


jueves, 18 de septiembre de 2014

Que viene, que viene...Naukas Bilbao 2014


Otro año más, y ya van cuatro, se organiza en Bilbao (¿dónde si no?) la madre de todos los eventos de divulgación científica en español: Naukas Bilbao 2014. Como es ya costumbre, las fechas elegidas son el 26 y 27 de septiembre, por ser el último viernes y sábado de este mes. El evento se celebrará en el Paraninfo de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), gracias a la plataforma Naukas y a la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU, entre otros.

El cartel de este año es más ambicioso que nunca. Sesenta charlas de diez minutos, abordadas de forma amena, con humor y sin perder el rigor, por parte de muchos de los mejores divulgadores del panorama nacional. También habrá varias entrevistas a científicos españoles de reconocido prestigio. La banda madrileña Leftover Lights cerrará la sesión del viernes. Y el sábado, un espectáculo de magia y neurociencia promete dejarnos con la boca abierta, justo antes de la entrega de los Premios Tesla de divulgación científica y la clausura del evento. En definitiva, un programa excepcional al que no le falta un perejil, como se dice por aquí. (Lo único que se va a echar en falta es la presencia de algunos maestros de la divulgación y habituales de estos eventos, como Sergio L. Palacios y Daniel Torregrosa, que por distintos motivos no han podido acudir en esta ocasión.)

Por si todo esto fuera poco, este año tendrá mayor protagonismo Naukas Kids, que amplía a nueve el número de charlas dedicadas a los más pequeños (pero no sólo a ellos), distribuidas en tres sesiones: viernes tarde, sábado mañana y sábado tarde. Se acabaron las excusas del tipo "no sé qué hacer con los niños".



Para rematar, la entrada es libre y gratuita hasta completar aforo. Un auténtico lujo, como en ediciones anteriores. Se recomienda llegar con antelación, porque seguramente habrá tortas para conseguir una.

Un servidor, fiel a su costumbre, volverá a quedarse sin asistir a tan magno evento, y no por falta de ganas. Cruzo los dedos para que finalmente haya streaming (todavía no está confirmado) y al menos pueda verlo desde casa.

Y tú, ¿te lo vas a perder?