Es una imagen increíble e histórica. La Mars Reconnaissance Orbiter (MRO), que estuvo escuchando las transmisiones de la
Mars Science Laboratory (MSL) durante su aterrizaje el pasado 6 de agosto, fue también capaz de captar
a la sonda espacial cuando se encontraba a unos tres kilómetros sobre la
superficie marciana, poco antes de que el módulo de descenso, junto con el
vehículo todoterreno Curiosity, se
separasen del resto de la sonda, a sólo un minuto de completar los llamados “siete
minutos de terror”.
La imagen fue tomada cuando la MRO se encontraba a 340 kilómetros de la
MSL, gracias a la cámara HiRISE (High-Resolution Imaging Science Experiment), un
telescopio reflector de 0,5
metros de diámetro que permite obtener imágenes con una resolución por encima de
los 0,3 metros ,
diferenciando objetos de 1
metro de diámetro (aproximadamente un balón de playa).
Como se explica en este artículo en la web de HiRISE, el paracaídas, un auténtico prodigio de la
ingeniería capaz de soportar 30.000
kg , "parece estar completamente desplegado y funcionando
a la perfección. Algunos detalles del paracaídas como la franja hueca en los bordes y el agujero central se aprecian claramente en la imagen." Los cables
que conectan el paracaídas con el armazón trasero no se ven, seguramente debido
a que están fabricados con un material llamado Technora, que es de color
oscuro.
En la fotografía original se puede apreciar que la
MSL aparece desplazada a la izquierda de la imagen, lo que indica que la sonda
pasó ligeramente más al este de lo esperado y estuvo cerca de salirse del encuadre.
Ayer, cuando empecé a escribir esta entrada, no estaba claro si en este momento del aterrizaje la MSL se había desprendido ya de su escudo térmico. Pues bien, resulta que hoy me encuentro que, al analizar detalladamente la imagen original, el equipo de la MRO ¡ha encontrado también el escudo térmico después de haber sido expulsado por la MSL! Tremendo.
Reflexionemos sobre todo esto un momento. Una sonda espacial (MRO), programada varios días antes para sobrevolar la zona, fue capaz de captar a otra sonda (MSL), totalmente autónoma, en su complicada maniobra de aterrizaje sobre la superficie de un planeta que se encuentra a decenas de millones de kilómetros de distancia de nosotros. Sencillamente maravilloso. Si esto no supone un espaldarazo para la exploración espacial, entonces no hay nada que hacer.
Reflexionemos sobre todo esto un momento. Una sonda espacial (MRO), programada varios días antes para sobrevolar la zona, fue capaz de captar a otra sonda (MSL), totalmente autónoma, en su complicada maniobra de aterrizaje sobre la superficie de un planeta que se encuentra a decenas de millones de kilómetros de distancia de nosotros. Sencillamente maravilloso. Si esto no supone un espaldarazo para la exploración espacial, entonces no hay nada que hacer.
P.D. - No es la primera vez que la MRO obtiene una
imagen semejante. Ya en 2008 captó el descenso en paracaídas de la Mars Phoenix
Lander.
Crédito de todas las imágenes: NASA/JPL
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