Siguiendo
con la iniciativa de @odo, del blog Sense of Wonder, y después de que Sergio Palacios y Manuel Hernán lo
secundaran, me he animado yo también a continuar este meme de libros. Consiste
en seleccionar diez libros atendiendo a una serie de criterios concretos,
explicando brevemente el motivo de dicha elección. Así que, sin más preámbulos, allá voy:
Un libro que cambió mi vida
Sin duda, Cosmos, de Carl Sagan. Lo leí tarde, con
veintitantos años, cuando ya había terminado la carrera. Confieso que por aquel entonces el nombre de Sagan no significaba
mucho para mí y ni siquiera conocía la famosa serie de televisión en la que se basa el libro.
Quizás por eso el impacto fue tan fuerte. El libro abarcaba tanto (física,
matemáticas, química, biología) y lo explicaba todo de una manera tan sencilla y
clara…Ahí fue cuando surgió mi pasión por la divulgación científica. Y me temo
que desde entonces no he hecho otra cosa que intentar emular al maestro.
Un libro que tuve que leer más de una vez
Dicen que
cuando uno alcanza cierta edad disfruta más releyendo libros que aventurándose
a leer uno nuevo. Yo no debo haber llegado todavía a este punto, porque son muy
pocos los libros que me he leído en más de una ocasión. Y, en la mayoría de
estos casos, lo he hecho por gusto, no por obligación. Como, por ejemplo, El señor de los anillos, la celebérrima
obra de J.R.R. Tolkien. Poco voy a decir que no se haya dicho ya sobre ella. En
mi caso sólo puedo añadir que la primera vez lo leí muy joven, con apenas
dieciséis años. Luego lo volví a leer diez años después. Tengo curiosidad por
hacerlo una tercera vez para compararlo con las películas de Peter Jackson, aunque a corto plazo veo complicado encontrar un hueco para ello.
Otro caso distinto es Ulises
de James Joyce, para muchos la mejor novela en habla inglesa del siglo XX. Tengo que admitir que la he intentado leer en un par de ocasiones y no la he conseguido terminar. La primera vez no pasé de la página cien y la segunda casi
llegué a la doscientos (todavía tengo el separador puesto por ahí). Quizás no
ayude la edición que tengo, con la letra muy pequeña y el libro condensado en
algo más de seiscientas páginas. Prometo que habrá un tercer intento y
entonces…
Un libro que me llevaría a una isla desierta
Un libro que me hizo reír
“Cuando un
verdadero genio aparece en el mundo, lo reconoceréis por este signo: todos los
necios se conjuran contra él.” Con esta cita de Jonathan Swift empieza uno de mis libros favoritos, una divertidísima,
pero también ácida y amarga, visión de Nueva Orleans: La conjura de los necios, de John Kennedy Toole. Seguro que ya
sabes la historia de Toole: se suicidó en 1969, sumido en una profunda
depresión porque nadie publicaba su obra. Gracias a la
tenacidad de su madre el libro se publicó póstumamente en 1980 y recibió el
premio Pulitzer un año después. Absolutamente genial.
Un libro que me hizo llorar
Aquí me han pillado. Sinceramente no recuerdo uno que me haya hecho llorar, pero sí muchos que realmente me han emocionado y sobrecogido por distintos motivos. Por ejemplo, Carta de una desconocida de Stefan Zweig, una pequeña joya literaria de obligada lectura. Otro fue Bajo las ruedas, de Herman Hesse. O El rumor del oleaje de Yukio Mishima, una de las más grandes historias de amor de la literatura.
Un libro que me hubiera gustado escribir
Podría elegir cualquiera de los anteriores que ya he comentado-a excepción de Ulises, claro-, pero para no repetirme voy a quedarme con otra obra maestra: El retrato de Dorian Gray, de Oscar
Wilde. Un libro complejo, con unos diálogos muy ingeniosos y un argumento
tremendamente original. Siempre me ha fascinado la figura de su autor, Oscar
Wilde, una persona muy culta y brillante, con un ingenio fuera de lo común. Es muy difícil no admirar a alguien que dice de sí mismo "yo soy un hombre de gustos sencillos: siempre me conformo con lo mejor".
Un libro que aborrezco
Seguramente
sea injusto aborrecer un libro que no me he leído, pero eso es lo que me inspira El código da Vinci. Acabé harto de ver el
libro en todos lados y de toda la polémica/publicidad que se generó a su alrededor. Alguien tuvo el dudoso gusto de regalarme la edición de bolsillo y quizás algún día me lo lea, para poder
criticarlo con conocimiento de causa. Pero no creo que pierda el tiempo en ello. Lo más probable es que un
día que me levante inspirado lo lleve a una librería de segunda mano y
lo cambie por un libro de verdad.
Un libro que me decepcionó
Es inevitable que algunos libros no alcancen las expectativas que uno mismo se crea. A mí me pasó con Bajo el volcán de Malcom Lowry. Ya sé que está considerada una de
las obras cumbres de la literatura del siglo XX. Pero nunca le cogí el ritmo al
libro, me perdí entre sus flashbacks y casi me ahogo en las continuas borracheras de su protagonista. Las doce horas que narra el libro, el Día de los Muertos de noviembre de 1939 en México, se me hicieron eternas.
Un libro que estoy leyendo ahora
Pues ahora mismo tengo entre manos un
clásico de la literatura universal: Fausto
de Goethe. Es una obra compleja -su autor tardó sesenta años en terminarla-, con múltiples referencias a la cultura clásica, por lo que se agradece leerla en una edición con comentarios y anotaciones (que no es el caso). Me está gustando, pero sin entusiasmarme.
Un libro que pretendo leer
Eso está bien, que terminemos con una facilita. La lista de libros pendientes es larga, casi interminable, y no deja de crecer. Pero el siguiente ya está esperando su turno en la mesita de noche. Cuando termine Fausto vuelvo a la divulgación científica con La
cuchara menguante, de Sam Kean. Si no lo conoces, te animo a que leas la crítica que hizo en su día el gran José Manuel López Nicolás.
Pues esto ha
sido todo. En este enlace puedes consultar la cadena de memes del resto
de blogs que se han unido a esta iniciativa. Y por supuesto, te animo a que secundes la idea en tu propio blog o, si lo prefieres, en los comentarios a esta entrada.