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Monos,
mitos y moléculas
Joe
Schwarcz
Editorial:
PASADO Y PRESENTE, S.L.
Traductor:
Antonio Iriarte
Colección:
ENSAYO
Materias:
QUÍMICA
Año:
2016
Páginas:
325
ISBN:
978-84-944272-2-0
PVP:
24,00€
SINOPSIS
La
alimentación, las terapias alternativas, los peligros de los
alimentos transgénicos o de los plásticos en nuestro día a día
son solo algunos de los muchos temas que se tratan en Monos, mitos y
moléculas.
¿Por
qué conviene comerse las manzanas con piel? ¿Quién y cuando
inventó el retrete? ¿Contienen los helados petróleo? ¿Qué método
de vigorización testicular se hizo aplicar Sigmund Freud? ¿Quién
inventó el Napalm? ¿Sirve de algo la homeopatía? Joe Schwarcz nos
da respuestas científicas y rigurosas a todas estas preguntas y
muchas más. Los lectores de ciencia interesados en nutrición y en
los verdaderos peligros de salud en nuestra vida actual descubrirán
a un autor esencial y entretenido que lucha por separar los mitos
infundados de la verdadera ciencia. Nunca habrías imaginado que la
química fuera tan vital y apasionante.
RESEÑA
Internet
tiene respuesta para todo, pero en muchas ocasiones resulta difícil
saber si esa respuesta es correcta, especialmente cuando se trata de
temas científicos. La mayoría de los usuarios no tienen las
herramientas necesarias para diferenciar una mentira flagrante
de una afirmación respaldada por la ciencia. Este es justo el
objetivo principal del último libro del químico canadiense Joe
Schwarcz, reconocido divulgador científico. Una lectura muy
recomendable para cualquiera que esté interesado en nutrición,
salud y, por supuesto, química. La química nuestra de cada día,
como reza el subtítulo de la portada.
El
libro se divide en seis grandes bloques y tiene en total sesenta y
cinco capítulos. Todos ello son cortos, normalmente de cuatro
páginas -seis como mucho-, a modo de ensayos breves con entidad
propia. Ese es uno de los grandes aciertos del libro, pues este
planteamiento permite tratar una gran variedad de temas, desde
anécdotas históricas hasta noticias de rabiosa actualidad, en los
que el estilo claro y directo del autor se amolda a la perfección.
El resultado es que muchos de estos capítulos son pequeñas joyas de
la divulgación científica, que invitan a leerse despacio, a
saborearse y, una vez terminados, a reflexionar sobre ellos. Como,
por ejemplo, Una
lección de cultivos,
Cadáveres
en el armario,
Ciencia
del retrete,
Etiquetas
engañosas,
El
reto de la malaria o
La
locura de Popeye,
por citar solo algunos.
Joe Schwarcz, en plena charla | Fuente |
De
origen húngaro, Joe Schwarcz es Doctor en Química por la
Universidad de Montreal y director del Office for Science and Society
de dicha institución. A lo largo de su carrera ha recibido numerosos
premios por su labor docente y divulgativa, entre ellos la medalla de
Montreal del Canadian Chemical Institute y el premio Grady-Stack de
la American Chemical Society por sus esfuerzos en liberar a la
química de falsos mitos. Es conocido por su programa radiofónico
The
Dr. Joe Show y
sus apariciones frecuentes en Discovery Channel, CTV, CBC, TV Ontario
y Global Television. Asimismo es colaborador habitual de The
Gazette (Montreal),
donde publica semanalmente la columna The Right Chemistry. Entre sus
numerosos títulos de divulgación científica, todos ellos éxitos
de ventas, destacan ¿De
qué se alimentan los zombies?
(Robinbook,
2009), That's
The Way The Cookie Crumbles (2002),
Science,
Sense and Nonsense (2009)
y Is
That a Fact?: Frauds, Quacks, and the Real Science of Everyday Life
(2014).
Volviendo
al libro que nos ocupa, se estructura en seis grandes partes:
Tragarse la ciencia, Volver la vista atrás Preocupaciones
químicas, Química por aquí y por allí, Asuntos de
salud y Medias verdades. Al cuerpo del libro le precede
una Introducción (en el que se explica el porqué del título
del libro) y termina con una Conclusión, además del
imprescindible Indice alfabético, tanto temático como
onomástico, que ocupa las últimas veinte páginas del libro.
La
primera parte, Tragarse la ciencia, se centra en la química
de los alimentos, un tema que en demasiadas ocasiones está rodeado
de polémica. Es una pena comprobar que Internet sirve para difundir
falsas creencias y falacias, y que una parte del gran público tiene
más confianza en personajes de dudosa reputación, como el Doctor
Mehmet Oz, en lugar de los profesionales de la materia. El autor se
encarga de desmontar muchas de esas falsas creencias -como, por
ejemplo, el peligro de los alimentos transgénicos-, además de
presentar los últimos estudios relacionados con las dietas
saludables, y recordarnos la importancia de la higiene en toda la
cadena alimentaria, para evitar brotes de contaminación microbiana
(E. coli, entre otros).
Como
indica el nombre de la segunda parte, en Volver
la vista atrás
podemos disfrutar de diversas anécdotas de la historia de la
química. Entre otras, conocer las incursiones de Thomas Edison en la
industria de la construcción, descubrir los orígenes del retrete,
destapar algunos trapos sucios de la empresa Bayern, revivir los
horrores del napalm en la guerra de Vietnam y reivindicar la figura
de Alan Turing. ¡Hasta de la Biblia se puede aprender mucha química!
La
tercera parte, Preocupaciones
químicas,
es uno de los bloques fundamentales de este libro. Y es que, por
desgracia, el término “producto químico” se ha convertido para
muchas personas en sinónimo de sustancia tóxica. Por supuesto que
estamos expuestos a productos químicos, y que estos nos afectan.
Pero esto no significa que sea malo. Como dice el autor, parece que
nadie recuerda “cómo curan infecciones los antibióticos, cómo
nos protegen los conservantes de comer alimentos mohosos ni cómo
lavan nuestra ropa los detergentes”. Hay que luchar contra esta
quimifobia y recuperar la confianza en la química y en el método
científico.
La
cuarta parte, Química
por aquí y por allí,
es la más breve de todas, ya que solo consta de seis historias, en
las que se tocan diversos temas de actualidad, como son los efectos
beneficiosos de la música, la tecnología en la Fórmula 1, las
formas de capturar el dióxido de carbono y cómo usar feromonas de
gato para relajar a estos animales.
Igual
que la primera giraba alrededor de los alimentos, la quinta parte,
Asuntos de salud, lo hace entorno a este tema de vital
importancia (por algo se dice que la salud es lo primero). Schwarcz
relata episodios de la lucha contra diversas enfermedades, como la
victoria sobre la pelagra o los brotes del llamado Norovirus,
responsable de la mitad de brotes de gastroenteritis en Estados
Unidos; nos advierte de los efectos nocivos de tomar el Sol y nos
recuerda el descubrimiento de la heparina. En total, trece historias
fascinantes de cómo la medicina ha ido avanzando paso a paso gracias
a la investigación.
El
libro termina con Medias
verdades,
otro de sus grandes bloques. Aquí el autor denuncia al periodista
que está más preocupado en buscar un titular sensacionalista y deja
para ello de lado el rigor de su artículo. Denuncia esas terapias
que se visten como serias, pero que, desde el punto de vista
científico, no tienen ninguna credibilidad (acupuntura,
homeopatía,...). Denuncia a la industria alimentaria y cosmética,
las cuales realizan publicidad engañosa en multitud de productos con
el único objetivo de conseguir mayores beneficios económicos.
Todavía queda un largo camino por recorrer, pero con libros como
este es más fácil aprender a destapar este tipo de actividades.
Y para
finalizar, una frase demoledora que aparece en el libro, pronunciada
por el escritor estadounidense Mark Twain:
“No es lo que no sabes lo que te mete en líos. Es lo que crees saber con certeza y que sencillamente no es así.”
Si
quieres conocer cómo la Química ayuda a diferenciar los hechos de
los mitos, no dejes de leer este libro.