viernes, 29 de abril de 2011

Resumen de la XVIII Edición del Carnaval de la Física



Termina el mes de abril marcado por una Semana Santa pasada por agua, los Madrid-Barça y, curiosamente, por ser la primera vez que recuerdo que la Feria de Abril de Sevilla no cae en abril.

Pero por encima de todos ellos, el principal evento de este mes, sí señores, ha sido la XVIII Edición del Carnaval de la Física. En total, han participado 12 blogs con un total de 15 entradas. Es un número algo menor que en ediciones anteriores (tengo que admitir que he echado de menos a alguno de los "clásicos" habituales), aunque seguramente las vacaciones de Semana Santa, coincidiendo con la última semana del Carnaval, han tenido mucho que ver. En cualquier caso, poco a poco estamos consiguiendo que el mapa del mundo se vaya tiñendo de azul (las banderitas se corresponden con blogueros que han participado en alguna de las ediciones del Carnaval de la Física).





Dicho esto, vayamos con el resumen de todas las entradas que han participado, en orden cronológico. Por supuesto, si me he dejado alguna o detectas cualquier error, sólo tienes que decírmelo y lo corrijo en un momento.

Lunes, 04 de abril de 2011
José Manuel López Nicolás, desde su blog Scentia, abre la presente edición del Carnaval con ¡¡¡Qué horror…ha vuelto el Silicio!!!, una divertida historia sobre su (tormentosa) relación con este elemento y su (supuesta) rivalidad con el carbono. Una buena excusa para repasar las propiedades de ambos.

Emilio Silvera, desde su blog personal, nos envía su primera aportación (ya anticipo que no será la última) llamada ¡Mecánica Cuántica! Historia interminable, en el que hace un repaso al modelo estándar de la física de partículas, con sus aciertos y puntos débiles.

Martes, 05 de abril de 2011
Fran Sevilla, del blog Vega 0.0, hace un detallado análisis de las técnicas de Descubrimiento de exoplanetas y su caracterización, una área de investigación que se encuentra en plena efervescencia.

Jueves, 07 de abril de 2011
No podía faltar a esta cita Francisco Villatoro, desde Francis (th)E mule Science’s News. En su primera aportación, Francis brinda un merecido homenaje a una figura fundamental de la física española, y que quizás no tenga el reconocimiento que se merece: el canario Blas Cabrera. El título de la entrada, Blas Cabrera y la física experimental en España en el s. XX.

Por su parte, Javier Fraile, autor del blog tránsito, se estrena en el Carnaval de la Física con su entrada Arcoíris con GeoGebra, en el que nos explica los fundamentos físicos de este hermoso fenómeno y nos enseña cómo construirlo mediante el software GeoGebra.

Viernes, 08 de abril de 2011
Gerardo Blanco, desde el blog Últimas noticias del cosmos, celebra el primer centenario del descubrimiento de la superconductividad con su aportación Kwik nagenoeg nul. Si quieres saber lo que significa este impronunciable título, te animo a que leas la entrada.

Sábado, 09 de abril de 2011
Emilio Silvera envía su segunda aportación, Inicio de la Teoría de Cuerdas, donde explica la evolución de esta teoría desde sus inicios, allá por 1968. ¿Llegará a ser algo más que una prometedora teoría?

Martes, 12 de abril de 2011
Manuel Sánchez, desde su blog Curiosidades de la Microbiología, habla sobre Bichos espaciales. Un adelanto: si piensas que los astronautas son ajenos a bacterias o virus por encontrarse en el espacio exterior, estás muy equivocado.

Jueves, 14 de abril de 2011
La astronauta Catherine Coleman y el músico Ian Anderson homenajearon a Yuri Gagarin tocando la flauta a dúo desde la Tierra y el espacio. Mi aportación a esta edición, Un dúo de altura, recoge este sencillo y, al mismo tiempo, emotivo acto.

Sábado, 16 de abril de 2011
Carlos Angosto, de Zurditorium, plantea un interesante problema en su estreno en el Carnaval: ¿Podría una nave salir de un universo en expansión? Es posible que la respuesta te sorprenda.

Lunes, 18 de abril de 2011
Franciso J. Hernández, desde Resistencia Numantina, revela el funcionamiento de los ojos de ciertos animales en su entrada Ojos: otros tres trucos que no te esperabas. Una lección de óptica aplicada que nos ofrece la naturaleza.

Emilio envía su tercera y última aportación, Engañosa perfección, donde explica los problemas del modelo estándar de la física de partículas, una poderosa teoría que tiene sus limitaciones.

Martes, 19 de abril de 2011
David Paredes, desde Scentia Potentia Est se adentra en el mundo de la mecánica cuántica, centrándose en el principio de incertidumbre de Heisenberg en su entrada Cuántica e Incertidumbre (Parte I)

Con su rigor habitual, Francis ataca de nuevo con una segunda aportación al Carnaval: Por qué la gravitación de Einstein es una teoría cuántica no renormalizable. El título lo dice todo.

Domingo, 24 de abril de 2011
Cristian Ariza, desde La vaca esférica, cierra el Carnaval respondiendo a una pregunta que quizás te hayas hecho alguna vez: ¿por qué el cielo de noche es negro? Esto es lo que se conoce como La paradoja de Olbers o por qué el cielo no es blanco.

Novedad: Premio a la Mejor Entrada
Como ya anticipé en la presentación, esta edición cuenta con una novedad. Los internautas podrán elegir la entrada que más le haya gustado de entre las participantes, votando en los comentarios de esta entrada. El que más votos obtenga tendrá el honor de recibir un distintivo que podrá lucir orgulloso en su blog. El distintivo tiene además el valor añadido de haber sido creado por las expertas manos de Carolina, de OK Infografía. Aquí os dejo el resultado:


¡Pero si hasta gira y todo!





Carolina, un millón de gracias por tu dedicación y por tu paciencia.

Y si te has quedado con ganas de más física, puedes consultar el resumen de las anteriores ediciones del Carnaval en los siguientes enlaces:

I Edición (noviembre de 2009) en Gravedad Cero.
II Edición (diciembre de 2009) en Astrofísica y física.
III Edición (enero de 2010) en Leonardo Da Vinci.
IV Edición (febrero de 2010) en RTMF.
V Edición (marzo de 2010) en Cienciamia.
VI Edición (abril de 2010) en Noticias del Cosmos.
VII Edición (mayo de 2010) en El Navegante.
VIII Edición (junio de 2010) en Pirulo Cósmico.
IX Edición (julio de 2010) en Experientia Docet.
X Edición (agosto de 2010) en Cienciamia.
XI Edición (septiembre de 2010) en El Neutrino.
XII Edición (octubre de 2010) en Francis (th)E mule Science’s News.
XIII Edición (noviembre de 2010) en Gravedad Cero.
XIV Edición (diciembre de 2010) en Las historias Eulerianas.
XV Edición (enero de 2010) en Curiosidades de la Microbiología.
XVI Edición (febrero de 2010) en Tecnoloxia.
XVII Edición (marzo de 2010) en Vega 0.0.

Ahora sí, le cedo el testigo a José Manuel López Nicolás, el encargado de organizar la próxima edición del Carnaval de la Física en su muy recomendable blog Scentia. Muchas gracias a todos los que habéis participado en esta edición; a los que no, animaros para la próxima. Y a todos, ¡que no se os olvide votar!


miércoles, 20 de abril de 2011

La proyección de Mercator

Como ya vimos en una entrada anterior, a mediados del siglo XVI los marineros empezaron a entender la diferencia entre seguir una trayectoria de rumbo constante –describiendo lo que se denominaría más tarde una loxodrómica- y mantener fijo el timón del barco, siguiendo la trayectoria de un círculo máximo. Eso ocurrió gracias al trabajo del científico portugués Pedro Nunes.

Una vez dado este paso, todavía quedaba un aspecto importante por resolver. ¿Cómo representar de forma adecuada la Tierra esférica sobre un mapa plano? A fin de cuentas, el marinero trazaba sobre el mapa la ruta que más le convenía y luego intentaba seguirla mediante los instrumentos adecuados, como la brújula. El problema no era nuevo, pues ya había traído de cabeza a los antiguos griegos.

Retrato imaginario de Ptolomeo 
de la Edad Media. 
Uno de ellos fue Claudio Ptolomeo, astrónomo y matemático que vivió en Ale­jandría en el siglo II d.C. Aunque hoy en día se le recuerda por haber escrito el Almagesto, donde recopiló todo el saber astronómico de su época, Ptolomeo también destacó como geógrafo. Convencido de que con la ayuda de las matemáticas se podía describir la Tierra de forma precisa, fue el primero en utilizar una red de paralelos de latitud y meridianos de longitud como sistema de coordenadas para situar puntos sobre la superficie terrestre (un sistema que ya era usado por los astrónomos griegos para ubicar las estrellas en la bóveda celeste). Describió diversos métodos de proyección cartográfica y catalogó unas ocho mil ciudades, montañas, ríos y otros elementos geográficos del mundo. Recopiló en un índice todos estos nombres, junto con sus coordenadas de longitud y latitud para facilitar su localización. Sus mapas tenían la escala a la que estaban dibujados, así como signos convencionales explicados en leyendas, y estaban orientados de forma que el norte quedara arriba y el este a la derecha. Todas estas prácticas tan habituales en la actualidad fueron incluidas por Ptolomeo en una vasta obra llamada Geographia, que constaba de ocho volúmenes y que fue escrita hace casi dos mil años.


El mundo según Ptolomeo, con sus meridianos y paralelos.
En los márgenes del mapa se aprecian en rojo las escalas de longitud y latitud.


Ptolomeo realizó enormes avances, aunque también cometió algunos errores de bulto. Uno de ellos tuvo una importancia decisiva en la historia de la humanidad…para bien. Ptolomeo subestimó el tamaño de la Tierra, lo que le llevó a creer que el mundo conocido entonces –Europa, algo de África y parte de Asia- ocupaba la mitad de la esfera terrestre, en cuanto a longitud (hoy sabemos que apenas llega a un tercio). Este grave error hizo pensar a navegantes posteriores, como Cristóbal Colón, que un viaje de Europa a las Indias por el oeste sería igual de largo que por el este. Si Colón hubiese sabido lo equivocado que estaba Ptolomeo, es muy probable que nunca se hubiera animado a viajar a las Indias y descubrir América.

La influencia de Ptolomeo fue tal que incluso después de la Edad Media, su Geographia seguía siendo la obra de referencia.

Más allá de Ptolomeo
La situación empezó a cambiar durante los siglos XV y XVI. La exploración geográfica, con el descubrimiento de América, amplió las fronteras de la Tierra y dejó obsoletos los mapas medievales. Se reavivó el interés por la cartografía, con la idea de, no sólo completar los mapas, sino también mejorarlos.

Porque lo cierto es que los mapas de aquella época tenían graves defectos. Se basaban en una cuadrícula de líneas paralelas, una para la latitud y otra para la longitud. El problema era que el tamaño de un grado de longitud variaba con el paralelo de latitud en el que se medía, lo que distorsionaba las formas y confundía a los marineros, que basaban su rumbo en una línea recta dibujada entre dos puntos del mapa. 

La solución la dio el cartógrafo flamenco Gehrard Kremer (1512-1594), más conocido por su nombre latino, Gerardus Mercator, quien rompió con la tradición de Ptolomeo y cambió para siempre la ingeniería cartográfica mundial.

Retrato de Mercator.
Mercator nació en Rupelmonde, Flandes, y fue discípulo en Lovaina del ilustre cartógrafo, astrónomo y matemático Gemma Frisius. Su primer trabajo en solitario data de 1537, y fue un mapa a seis páginas de Palestina (hoy apenas daría para una). Fue acusado de protestantismo en 1544, salvándose por los pelos de ser ejecutado. Entonces se trasladó a Duisberg, donde retomó su actividad profesional, abriendo un taller de cartografía. En 1554 hizo un famoso mapa de Europa, en el que se “atrevió” a corregir a Ptolomeo, reduciendo la longitud del Mediterráneo a 53º, en vez de la tradicional estimación de Ptolomeo de 62º (hoy sabemos que está más cerca de 40º).

Pero lo mejor estaba por llegar. En 1569 publicó un mapa del mundo titulado Nova et Aucta Orbis Terrae Descriptio ad Usum Navigantium Enmendata, o lo que es lo mismo, Nueva y Ampliada Descripción Corregida de la Tierra para Uso de Navegantes. Ahí fue donde Mercator introdujo la proyección que todavía hoy lleva su nombre, basada en un principio completamente nuevo.

La revolución de Mercator
Propiedades de la proyección de Mercator
Una proyección cartográfica no es más que una forma de representar la superficie redondeada y en tres dimensiones de la Tierra en un mapa plano de dos dimensiones. En este caso, Mercator ideó el siguiente método. Se imaginó la Tierra contenida en un cilindro infinitamente largo y cuyo radio fuese el radio terrestre, de forma que únicamente el ecuador tocase el cilindro. Entonces trazó rectas desde el centro de la Tierra hasta todos los puntos de la superficie terrestre. Estas rectas, al alargarse, cortarían también la superficie del cilindro, y de esta manera tendría una correspondencia entre los puntos de ambas superficies. Una vez hecho lo anterior, se podía desplegar el cilindro, generando un mapa plano de la superficie terrestre.

Diferencia entre una loxodrómica, línea recta
 en rojo, y un círculo máximo, en blanco,
en una proyección de Mercator.
Veamos algunas de sus características. Se dice que la proyección de Mercator es cilíndrica, puesto que la superficie sobre la que se proyecta es un cilindro. Además, los meridianos no convergen en los polos y forman, junto con los paralelos, una malla de líneas rectas perpendiculares unas con otras. Al conservar los ángulos de las líneas de latitud y longitud, se dice también que es conforme. Pero de todas sus propiedades, seguramente la más extraordinaria es que las líneas de rumbo fijo (nuestras queridas loxodrómicas) se convierten en líneas rectas en la proyección de Mercator. Esta cualidad tuvo un valor incalculable para los navegantes. Ahora sí, para establecer la ruta entre un lugar y otro, el marinero podía dibujar una línea recta en el mapa, determinar el rumbo y zarpar hacia su destino.

La proyección de Mercator creó mapas más exactos y útiles para la navegación que ninguno hasta entonces. Su uso se extendió durante el siglo XVIII e incluso ha llegado hasta nuestros días.


El mapa del mundo de 1569, la obra maestra de Mercator.

La proyección de Mercator, hoy
Como cualquier proyección cartográfica, la de Mercator tiene sus imperfecciones. Es conforme, pero a costa de exagerar el tamaño de las zonas más alejadas del Ecuador. Estos defectos se han trasladado durante muchos años a atlas y libros de geografía, de manera que hemos crecido acostumbrados a una visión de la realidad que, irónicamente, no es realista. Echemos primero un vistazo a un mapa de Mercator que seguramente te resulte familiar...




...Y ahora comentemos tres ejemplos muy clarificadores:

Ø   Localiza en el mapa a Groenlandia y compárala con África. Ambas tienen aproximadamente la misma superficie, ¿verdad? Para nada: ¡África es 14 veces más extensa que Groenlandia!

Ø    Haz lo propio con Alaska y México. La primera parece mucho más grande que el segundo, ¿no es cierto? ¡Pues no, todo lo contrario! México es algo mayor que Alaska.

Ø      Y por ultimo, una pregunta. ¿Qué continente dirías que es más extenso, África o la Antártida? Aunque es más difícil de calcular a ojo, seguro que nunca dirías que África es el doble de la Antártida. De nuevo, la proyección de Mercator nos engaña. (Y eso que en este mapa se ha suavizado la distorsión en el Polo Sur, de lo contrario la Antártida parecería todavía más grande.)

A pesar de estas distorsiones, la proyección de Mercator todavía se utiliza, por ejemplo, para zonas no muy alejadas del ecuador. También resulta especialmente indicada para mapas interactivos en los que el usuario puede ampliar una región determinada. Google Maps, sin ir más lejos, usa la proyección de Mercator. Puedes comprobarlo tú mismo accediendo a la aplicación y alejándote todo lo que puedas de tu ubicación. ¿A que el resultado se parece a la imagen que acabamos de comentar?

Sin embargo, es cierto que cada vez le está saliendo un mayor número de competidores. Entre los más usuales se encuentran la proyección cónica de Lambert, utilizada con frecuencia en la navegación aérea, la proyección de Winkel-Tripel, el estándar de la National Geographic Society para sus mapas, y la proyección de Mollweide, las dos últimas  con forma de elipse. En ocasiones, los mapas se realizan modificando o incluso combinando alguna de las proyecciones anteriores, con el objetivo de corregir las distorsiones en las zonas más delicadas, aunque para ello haya que generar otras nuevas en lugares secundarios, como pueden ser los océanos. 

jueves, 14 de abril de 2011

Un dúo de altura

Han pasado ya dos días desde que el mundo entero celebrara el cincuenta aniversario de la gesta de Yuri Gagarin y su viaje al espacio a bordo de la Vostok 1, el 12 de abril de 1961. De todos los homenajes que se han hecho, uno de los más curiosos ha sido el que le han brindado la astronauta de la NASA Catherine Coleman y el músico Ian Anderson: el primer dúo de flauta tocado desde la Tierra y el espacio. Mientras Anderson estaba en Perm, Rusia, donde iba a dar uno de los conciertos de su gira mundial, Coleman se encontraba en la Estación Espacial Internacional, a más de 300 kilómetros de la superficie terrestre.

Por si no lo conoces, Ian Anderson es el cantante, flautista y líder de la legendaria banda de rock Jethro Tull, una de mis favoritas, tengo que confesarlo. Jethro Tull inició su andadura a finales de la década de 1960, y entre su extensa discografía destacan obras tan importantes como Aqualung (1971) o Thick as a brick (1972). (Te dejo aquí y aquí los enlaces a spotify, donde puedes encontrar también el resto de su discografía. O si prefieres ver algún vídeo, en youtube hay muchos que merecen la pena; por ejemplo, éste.)

Catherine Coleman, doctora en química, es una veterana astronauta que ha participado en diversas misiones espaciales y que cuenta a sus espaldas con más de 500 horas en el espacio. Entre sus pasiones está la música y toca la flauta como aficionada. Cuando fue elegida para pasar seis meses en la Estación Espacial Internacional, quiso sentir la experiencia de practicar allí arriba y no dudó en añadir a su pequeño equipaje personal ¡hasta cuatro flautas distintas! Además de la que usa habitualmente, Coleman subió a la Estación Internacional dos flautas que habían pertenecido a The Chieftains, el grupo irlandés de música tradicional, y otra flauta del propio Anderson (Coleman es una reconocida fan de Jethro Tull).

Para la ocasión, Coleman y Anderson interpretaron a dúo un breve fragmento de la canción instrumental “Bourée”, una adaptación de Anderson de una pieza de J.S. Bach –el quinto movimiento de la Suite para laúd en mi menor, BWV 996- que fue incluida en el segundo disco de Jethro Tull, Stand Up (1969). Esta canción se convirtió en una de los números habituales de la banda en sus conciertos y, al parecer, su elección se debe a que la tocaron durante la exitosa gira de 1969 por Estados Unidos, que coincidió con la llegada del Apolo XI a la Luna.

No me extiendo más. Aquí está el vídeo de la actuación, un sencillo pero original homenaje a Gagarin, el primer hombre que viajó al espacio, y a todos los que han venido y vendrán después.



NOTA: Esta entrada participa en la XVIII Edición del Carnaval de la Física, que en esta ocasión tengo el placer de albergar en mi blog, La Aventura de la Ciencia.


ACTUALIZACIÓN (13/05/2011): Después de la votación realizada por los internautas para elegir la mejor entrada de la XVIII Edición del Carnaval de la Física, tengo el honor de anunciaros que la ganadora ha sido...¡Un dúo de altura! ¡Sí, mi entrada! Aquí dejo el distintivo que a partir de ahora tendré el orgullo de lucir en mi blog. ¡Muchas gracias!


domingo, 10 de abril de 2011

El cuentakilómetros de las hormigas

El desierto del Sahara es uno de los lugares más calurosos del mundo. En este inhóspito mar de arena, el calor del mediodía es abrasador, pudiéndose superar los 60ºC. Durante estas horas, los animales suelen refugiarse en su guarida, y si a algún despistado le sorprende lejos de la suya, sin un lugar donde cobijarse, encuentra una muerte segura a causa del golpe de calor. Sólo los más osados se atreven a salir cuando el Sol aprieta tan fuerte.

El desierto del Sáhara, uno de los lugares más
calurosos de la Tierra.
Uno de ellos es la hormiga Cataglyphis –comúnmente llamada la hormiga del desierto del Sahara- que se aventura justo a mediodía en busca de comida, con la tranquilidad de que sus depredadores se encuentran escondidos del Sol. Esta hormiga es necrófaga y se alimenta de los cuerpos de insectos que han sucumbido al calor. Su cuerpo está especialmente preparado para aguantar temperaturas por encima de 50ºC, pudiendo llegar incluso hasta los 70ºC en su superficie corporal.

A pesar de su tremenda resistencia al calor, sólo podrá estar ahí fuera unos pocos minutos. Se mueve en todas direcciones para no dejar pasar ninguna oportunidad y es capaz de alejarse hasta cincuenta metros de su hormiguero, una distancia más que apreciable. Si finalmente encuentra un insecto muerto, coge su botín e inicia el camino de vuelta. El tiempo apremia ahora, pues debe llegar cuanto antes a su nido, de lo contrario también morirá.

Un primer plano de la hormiga 
del desierto del Sáhara
Y ahora es cuando viene lo bueno: después de recorrer esa distancia de forma irregular, en un entorno sin apenas puntos de referencia, esta hormiga tiene la increíble habilidad de volver en línea recta a su nido, sin necesidad de rehacer el camino que siguió a la ida, y acceder al hormiguero por un agujero que puede llegar a tener menos de un milímetro de diámetro. ¿No es maravilloso?

Una cuestión de zancada
Los científicos ya sabían1 que las hormigas Cataglyphis eran capaces de guiarse por la posición del Sol en el cielo para tomar la dirección adecuada, como si llevaran un compás incorporado. Pero además de la dirección, es necesario evaluar la distancia para lograr la hazaña de regresar al hormiguero. Desde hace más de un siglo se sospechaba2 que las hormigas tenían algún mecanismo para contar sus pasos. Pero hasta hace poco nadie lo había probado.

En 2006, un grupo de científicos alemanes y suizos, encabezados por Harald Wolf, realizaron el siguiente experimentopara comprobar si las hormigas calculaban de alguna manera la distancia a la que se alejan del nido. Durante al menos un día, las hormigas aprendieron el camino desde su nido a una fuente de comida, situada en línea recta a diez metros de distancia por un canal de aluminio.

Después de este entrenamiento, las hormigas que se encontraban en la fuente de comida fueron trasladadas a un canal de prueba, situado en paralelo al canal de entrenamiento, y que ahora ya no dirigía hacia el nido. Allí iniciaban su vuelta a casa confiadas hasta que se daban cuenta de que había algo que no encajaba. Era una acción fácilmente reconocible: las hormigas daban un giro de 180º sobre sí mismas y empezaban a moverse de aquí para allá alrededor de la zona donde debía haber estado el hormiguero. Los científicos tomaron nota de la distancia a la que esto ocurría.

A continuación, algunas de las hormigas que habían llegado a la fuente de comida por el canal de entrenamiento fueron apartadas y sometidas a manipulación. A unas se les acoplaban una especie de zancos pegados a las tibias, mientras que a otras se les amputaba una pequeña parte de los extremos de sus patas. En definitiva, se les alargaba o acortaba la zancada de sus pasos. Una vez terminada esta delicada operación, las hormigas eran colocadas de nuevo en el canal de prueba, con comida en las mandíbulas, y se les permitía regresar a dónde suponían que estaba el nido.

Una hormiga "normal" y otra con zancos 
a su derecha. (Imagen: Science)
¿Qué creéis que ocurrió? Los investigadores comprobaron que las hormigas con zancos solían recorrer un 50% más de la distancia que había hasta el nido -15,30m de media- antes de entrar en el modo “búsqueda de hormiguero”. En cambio, aquéllas a las que se les había recortado las patas, recorrían únicamente la mitad del trayecto típico hasta el nido, 5,75 m. Por su parte, las hormigas que no habían sido modificadas, recorrían una distancia que se aproximaba bastante bien a la distancia que habían aprendido, 10,20 m.

Una vez hecha esta prueba, se devolvieron todas las hormigas a su nido, tanto las modificadas como las que no lo habían sido, y se les dejó que aprendieran de nuevo el camino a la fuente de comida. Unos días más tarde, se apartaron las hormigas modificadas otra vez y se les volvió a someter al mismo test. Los resultados fueron concluyentes: ahora que habían aprendido el camino con sus patas modificadas, no tenían dificultad en calcular correctamente la distancia a la que se encontraba el nido. Las hormigas con las patas recortadas buscaban el nido a una distancia de 10,25 m, mientras que las hormigas que andaban con zancos lo hacían a 10,55 m. Parece, por tanto, que la longitud de la zancada es el factor esencial, y que las hormigas poseen algún tipo de mecanismo biológico que les permite contar los pasos que dan hasta encontrar el alimento.

Ahora bien, ¿cómo lo consiguen? Los científicos sospechan que este sistema de recuento está integrado en su sistema propioceptivo, que es el encargado de informar al organismo de la orientación del cuerpo en el espacio y de la posición relativa de sus miembros. Sus receptores se encuentran en el interior de los músculos, tendones y articulaciones. Gracias a las sensaciones propiocépticas puedes, por ejemplo, moverte en plena oscuridad o con los ojos cerrados. 

domingo, 3 de abril de 2011

Presentación de la XVIII Edición del Carnaval de la Física


Tengo el honor de anunciaros que este blog va a ser el anfitrión de la XVIII Edición del Carnaval de la Física que se va a celebrar durante el mes de abril.

Para aquellos que no conozcáis el Carnaval de la Física, se trata de una iniciativa de Gravedad Cero que, desde noviembre de 2009, recoge mensualmente las participaciones de los blogueros interesados. El objetivo es dar a conocer la física en cualquiera de sus facetas, de forma amena y divulgativa, a ser posible.

¿Qué es lo que hay que hacer para participar? Lo más sencillo es publicar una entrada en vuestro propio blog. El formato de la entrada es libre, por lo que no es necesario escribir un artículo científico; también se puede participar comentando una película, subiendo una imagen o hablando de un libro, siempre que tenga alguna relación con la física. El único requisito es que indiques en la entrada que participa en la XVIII Edición del Carnaval de la Física y enlazar también con la página que lo alberga en esta edición, es decir, La Aventura de la Ciencia. Y si no tienes un blog, no pasa nada. Puedes darte de alta en la web del Carnaval de la Física y publicar tu entrada allí.

Una vez publicada la entrada es conveniente que el anfitrión, que soy yo, se entere. Puedes  hacerlo de estas dos maneras:

  • Anunciándolo en la web del Carnaval de la Física (no haría falta si has colgado la entrada directamente allí).
  • Enviándome un correo a laaventuradelaciencia@gmail.com.