La historia
es de sobra conocida. A finales de la década de 1920, el astrónomo
estadounidense Edwin Hubble hizo un descubrimiento que revolucionó nuestra
visión del universo. Las galaxias no estaban quietas, como se pensaba hasta entonces,
sino que se estaban apartando unas de otras. Y cuanto mayor fuese la distancia
entre ellas, más rápido se separaban. Hubble concluyó que el propio Universo el que se expandía, arrastrando a las galaxias consigo, como un enorme globo
que se hincha.
Un Universo
en expansión habría sido en el pasado muy distinto de cómo es ahora. Si se
pudiera dar marcha atrás en el tiempo y rebobinar la “película” de su
expansión, el Universo empezaría a contraerse. Las galaxias se acercarían unas
a otras y las distancias entre ellas se harían cada vez más pequeñas. En algún
momento hace muchísimo tiempo (unos 13.700 millones de años), el Universo
entero habría estado comprimido en un espacio minúsculo. Entonces se habría
producido una catastrófica explosión, conocida como Big Bang, que habría
iniciado la expansión de los ingredientes básicos que luego acabarían formando el
Universo tal y como hoy lo conocemos.
Los
detalles de cómo se produjo esta expansión, sin embargo, todavía no están
claros. Desde hace décadas, los físicos intentan recrear en el laboratorio lo que ocurrió en
los instantes posteriores al Big Bang. Esto es lo que nos explica en este vídeo, de una manera muy clara y sencilla, el
científico del CERN Tom Whyntie. Y lo consigue en solo tres minutos, lo que tiene más mérito.
NOTA: Esta entrada participa en la XLI Edición del Carnaval de la Física que organiza en esta ocasión el blog El Factor Ciencia.
NOTA: Esta entrada participa en la XLI Edición del Carnaval de la Física que organiza en esta ocasión el blog El Factor Ciencia.