domingo, 9 de octubre de 2011

Alucinante lanzamiento de un cohete casero

En otra entrada anterior, ya nos montamos a lomos de un cohete sonda de la NASA y viajamos al espacio exterior para medir la energía solar. Ahora, me he encontrado con otro vídeo del lanzamiento de un cohete y su posterior viaje a la estratosfera, pero esta vez tiene un mérito añadido: no se trata de ninguna agencia espacial, sino de un equipo de aficionados. La culpa la tiene el Premio Carmack, un premio de 5.000$ que otorga la empresa aeroespacial Armadillo Space a cualquier persona o grupo que sea capaz de lanzar un cohete a propulsión que supere los 100.000 pies de altura, que al cambio vienen a ser algo más de 30.000 metros de altura (los aviones comerciales suelen volar a unos 10.000 metros de altura). Además de fundar Armadillo Space, John Carmack también es conocido por ser el co-fundador de id Software, una empresa de videojuegos que en la década de 1990 fue responsable de algunos títulos míticos como Doom o Quake.

Así que el 30 de septiembre de 2011, el equipo liderado por Derek Deville cogió su cohete casero de ocho metros de longitud, Qu8k (se pronuncia como Quake, un guiño a Carmack), y se plantó en el Desierto de Piedra Negra, en Nevada. Esto es lo que ocurrió:



El lanzamiento fue un verdadero éxito. El cohete se desplazó a velocidades de 3.500 kilómetros por hora y alcanzó, en apenas 92 segundos, una altitud de 121.000 pies (casi 37.000 metros), desde donde se podía apreciar claramente la curvatura de la Tierra. Qu8k regresó sano y salvo a la Tierra ocho minutos y medio después, aterrizando a 5 kilómetros del lugar del lanzamiento. Todas las partes del cohete se recuperaron y podría estar listo para volar de nuevo. No tengo más remedio que quitarme el sombrero ante Deville y su equipo.

A pesar de esta hazaña, todo apunta a que no tienen ninguna opción de conseguir el suculento premio. Una de las bases del desafío reza que “El cohete debe grabar los datos del GPS durante el vuelo con al menos un registro por encima de los 100.000 pies más la altitud del lugar del lanzamiento”. Al parecer, ninguno de los cuatro sistemas GPS que llevaba a bordo el Qu8k mantuvo los datos de su posición durante el vuelo. Sólo gracias al acelerómetro y al tiempo que tardó el cohete en alcanzar su apogeo, el equipo de Qu8k ha podido deducir la altura que alcanzó, esos increíbles 121.000 pies. Ahora es Carmack quien debe valorar si estos datos son suficientes para llevarse el premio.

Existe una versión ampliada del vídeo anterior donde puedes ver las distintas partes del cohete y sus componentes electrónicos, algunos de los preparativos del lanzamiento y más grabaciones alucinantes del vuelo desde las otras cámaras del cohete.




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