domingo, 26 de agosto de 2012

Adiós a Neil Armstrong



Así posaba Neil Armstrong ante la cámara de Buzz Aldrin en el módulo lunar, después de su histórico paseo por el Mar de la Tranquilidad un lejano 21 de julio de 1969. Y así pienso recordarlo, ahora que ya no está entre nosotros: sonriente, satisfecho por el deber cumplido, casi emocionado. Porque ayer, 25 de agosto de 2012, murió el primer hombre en pisar la Luna. O lo que es lo mismo, el primer hombre en pisar otro mundo más allá del nuestro. Casi nada. 


Neil Armstrong nació en Ohio en 1930, estudió ingeniería aeroespacial con beca de la armada desde 1947, e inició su servicio como piloto de la armada estadounidense en 1949. Después de la instrucción, entró en acción en la Guerra de Corea, donde realizó 78 misiones de combate. Regresó a su país para terminar la carrera y solicitar un puesto de piloto de pruebas en la NACA y luego en la NASA. Pasó a formar parte del segundo grupo de astronautas en 1962 y figuró entre la tripulación de reserva de las Gemini 5 y 11, además de ser comandante de la Gemini 8. Frío y calculador, se ganó el respeto de sus superiores con varias actuaciones al límite. Por fin, tras desempeñar labores de asistencia en tierra para la misión Apollo 9, le llegó la oportunidad de su vida con el Apollo 11Fue también su último vuelo. Luego trabajó en los informes de la Apollo 13 antes de abandonar la NASA en 1971 para dedicarse a los negocios y la formación. Años después, formó parte de la comisión que investigó la pérdida del transbordador espacial Challenger en 1986. 

Algunas personas se convierten en leyendas cuando mueren. Neil Armstrong no. Él ya lo era desde el momento en que pisó la Luna y volvió para contarlo.

La tripulación del Apolo 11. De izquierda a derecha,
Neil Armstrong, Michael Collins y Buzz Aldrin.

Todos conocemos la famosa frase que pronunció Neil Armstrong al poner el pie en la Luna: "Un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la humanidad". Yo me quedo con otra que dijo al poco de concluir con éxito su misión como comandante del Apolo XI. Cuando estaba en la Luna "de repente me di cuenta que aquel diminuto guisante, precioso y azul, era la Tierra. Levanté el pulgar de una mano y cerré un ojo, y mi pulgar tapó nuestro planeta. No me sentí como un gigante. Me sentí muy, muy pequeño.

Gracias por haber sido tan grande.

FUENTE:
Astronáutica, de Giles Sparrow. Ediciones Akal, 2008.

1 comentario:

  1. Si, la verdad nunca fue el mismo tras pisar la Luna. Tiempo después, peregrinó a Tierra Santa para visitar los lugares donde había vivido Jesús de Nazareth. Habló con un arqueólogo importante de Israel, amigo suyo, y le dijo que quería ir a algún sitio donde fuera muy probable que hubiera estado Jesús. Su amigo le llevó a las ruinas del templo de Herodes el Grande, a las escaleras de entrada. "Para mi es más importante haber pisado estas piedras, que la propia Luna", le dijo a su amigo.
    El primer hombre que pisó la Luna era profundamente religioso (cristiano en este caso, pero podría haber sido otra religión). Ciencia y fe, de la mano de uno de los hombres más importantes de la historia.
    Descanse en paz.

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