lunes, 24 de febrero de 2014

Reseñas HdC: Sophie Germain, las matemáticas como pasión

(Esta entrada apareció primero en Hablando de Ciencia)


Autora: Laura Sánchez Fernández
Nº de páginas: 128 págs.
Editorial: NÍVOLA
Colección: Las matemáticas en sus personajes
Lengua: ESPAÑOL
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 978-84-92493-77-7
Año edición: 2013
Plaza de edición: BARCELONA


Sinopsis
Sophie Germain no es un personaje anecdótico en la historia de las matemáticas. Con sus errores y aciertos, como los de cualquier investigador, hizo valiosas aportaciones al desarrollo de esta ciencia, que convirtió en su pasión.

Se podría escribir de ella como científica, sin más, igualándola a sus colegas de la época, como Lagrange, Legendre o Fourier, en cuyas biografías nadie se detiene a recalcar su género. Estoy segura de que Sophie hubiese deseado que no hubiese que señalar constantemente que fue una mujer. Querría decir que tuvo a su alcance todo aquello de lo que gozaron sus colegas: acceso a una formación, respeto por sus resultados y ausencia de paternalismo. Pero la realidad fue muy distinta. Como cualquier persona, fue fruto de sus circunstancias. No tuvo problemas por el dinero o por el color de su piel, los tuvo por ser mujer.


Durante años, un desconocido matemático francés llamado Antoine-Auguste Le Blanc estuvo manteniendo una intensa correspondencia con el gran Carl Friedrich Gauss, el Príncipe de las Matemáticas. Podemos imaginar la cara de sorpresa de Gauss cuando, en una de las cartas, Monsieur Le Blanc confesó que bajo esa identidad se escondía en realidad una mujer, Sophie Germain.

Éste es seguramente el episodio más famoso de la biografía de esta matemática francesa, a quien por desgracia le tocó vivir en un país y una época en la que había una clara discriminación hacia la mujer; se consideraba que las matemáticas eran inadecuadas para ellas e iban más allá de su capacidad intelectual. Pero Sophie nunca se rindió. Aunque tuvo muchas carencias de formación y trabajó en solitario la mayor parte del tiempo, consiguió realizar diversas contribuciones de mérito a la física y a las matemáticas.

Ahora, gracias a la Editorial Nívola y su estupenda colección La matemática en sus personajes, podemos disfrutar de la primera biografía en español dedicada de Sophie Germain, escrita por Laura Sánchez Fernández.

El libro está estructurado en cuatro partes que no siguen un orden estrictamente cronológico, sino que se centran en las principales áreas de trabajo de Sophie. En la primera de ellas, la autora nos sumerge en el entorno donde transcurrió su infancia y adolescencia, marcadas por un trascendental hecho histórico: la Revolución Francesa de 1789. También aparecerá aquí por primera vez la identidad de Antoine-Auguste Le Blanc, con la que Sophie terminó los estudios de la Escuela Politécnica de París, aunque tenía vetado el acceso por ser mujer.

La segunda parte se centra en los años que Sophie dedicó al estudio de la teoría de la elasticidad, que le reportaría, después de tres memorias e innumerables quebraderos de cabeza, su éxito más importante en vida: conseguir el premio de la Academia de las Ciencias, siendo la primera mujer en lograrlo. El premio, sin embargo, sacó a relucir lo peor de algunos de sus colegas, que no aceptaron como igual a una mujer en un mundo reservado para hombres. Tanto fue así que Sophie ni siquiera acudió a recoger el premio, pues "en ese momento no sentía admiración por muchos de sus colegas".

La tercera parte trata acerca de la disciplina más querida por Sophie, y donde se encontraba más cómoda: las matemáticas, en concreto, la teoría de números. Estuvo años luchando con el famoso problema conocido como el último teorema de Fermat. Y, aunque no consiguió resolverlo (para ello habría que esperar todavía a Andrew Wiles en 1995), marcó el camino para intentos posteriores. Gracias a su talento innato, la matemática francesa pudo codearse con algunos de los matemáticos más brillantes del continente, como el mismísimo Gauss (el intercambio de cartas entre ambos es una verdadera delicia). Y gracias a su amigo Adrien-Marie Legendre, otro gran matemático, su nombre ha pasado a la historia de las matemáticas a través del teorema que hoy lleva su nombre, el teorema de Sophie Germain.

La última parte del libro recoge la faceta más personal y menos conocida de Sophie Germain, empezando por sus reflexiones y trabajos filosóficos (su ensayo “Consideraciones generales sobre el estado de las Ciencias y las Letras en las diferentes épocas de su cultura” recibiría elogios, entre otros, del filósofo francés Augusto Comte), y terminando por su amistad con el también matemático Guglielmo Libri, quien escribiría un obituario después de su muerte el 27 de junio de 1831.  

En definitiva, una lectura muy recomendable que engrandece la figura de Sophie Germain, una mujer que, a pesar de las circunstancias que le tocó vivir, nunca renunció a su pasión por la ciencia y las matemáticas.




1 comentario:

  1. !Qué difícil lo tuvieron las mujeres!! Lo que me sorprende, es que aún hoy en día se sigan viendo este tipo de discriminación... y las hay. Al menos para muchas cosas ha ido a mejor, así que no volvamos a la estupidez ;-) Gracias Dani por compartir la reseña.

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