Mostrando entradas con la etiqueta Poincaré. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Poincaré. Mostrar todas las entradas

lunes, 14 de febrero de 2011

Física, matemáticas y viceversa

Hay una anécdota que me fascina desde que la leí hace ya algunos años. Se juntan varios factores: en primer lugar, por el escenario en que se desarrolla –un congreso de física que hizo historia-; luego, por los personajes “implicados”, como diría un amigo mío –dos científicos extraordinarios cuyos nombres me reservo de momento por aquello de la intriga-; y, finalmente, por la propia anécdota, un breve pero intenso intercambio de opiniones sobre física y matemáticas que no tiene desperdicio. Veamos lo que se cocinó con estos ingredientes.

Vamos a empezar por situarnos en Bruselas, 1911. Allí tuvo lugar, entre el 30 de octubre y el 3 de noviembre, el primer Congreso Solvay, una reunión de científicos de todo el mundo costeada por Ernest Solvay, un químico industrial belga que había hecho fortuna al desarrollar un método para fabricar el bicarbonato sódico. El objetivo del Congreso era analizar la situación de la física, que por aquel entonces vivía un periodo convulso. Diversos experimentos demostraban que la teoría que se había utilizado hasta entonces para explicar el comportamiento de la materia –lo que hoy conocemos como teoría clásica-, no valía cuando se penetraba en el interior de las cosas. Esta contradicción se resolvía admitiendo que el mundo subatómico funcionaba de una manera completamente distinta a lo que dictaba el sentido común. Esas extrañas reglas formaban la llamada teoría cuántica.

Fotografía del Congreso en el Hotel Metropole. Sentados, de izquierda a derecha: W. Nernst, M. Brillouin, E. Solvay (mecenas), H. Lorentz, E. Warburg, J. Perrin, W. Wien, M. Curie y H. Poincaré. De pie, de izquierda a derecha: R. Goldschmidt, M. Planck, H. Rubens,A. Sommerfeld, F. Lindemann (secretario), M. de Broglie (secretario), M. Knudsen, F. Hasenöhrl, G. Hostelet, E. Herzen, J.H. Jeans, E. Rutherford, H. Kamerlingh Onnes, A. Einstein y P. Langevin. (Dominio público)