AHORA. La física del tiempo
Autor:
Richard A. Muller
Editorial:
PASADO Y PRESENTE, S.L.
Traductor:
Francisco Martín Arribas
Colección:
ENSAYO
Materias:
FÍSICA
Año:
2016
Páginas:
350
ISBN:
978-84-944950-6-9
PVP:
24,00€
SINOPSIS
“Ahora”,
este momento preciso, es la unidad de creación temporal más
compleja y fascinante a la que la mente humana pueda enfrentarse.
Richard Muller, profesor emérito en la Universidad de Berkeley, que
cuenta entre sus alumnos a premios Nobel de física, y una de las
voces más comprometidas con el cambio climático, ha decidido
analizar todo el potencial de ese instante aparentemente inasequible
y que sin embargo conforma nuestro tiempo presente.
Sus
trabajos acerca del papel de la energía oscura en la aceleración
del universo le han permitido aportar una visión distinta del tiempo
y de cómo se constituye. Cómo el discurrir del tiempo aumenta el
desorden del universo. El tiempo cuántico. Cómo el futuro afecta al
pasado. El descubrimiento de una cuarta dimensión en el Big Bang.
Son algunos de los aspectos que Muller desgrana con una claridad
expositiva extraordinaria, muy poco habitual en el intento de la
física, la filosofía e incluso de la religión por asir
conceptualmente ese momento resbaladizo y crucial: el ahora.
RESEÑA
Todos
percibimos a diario que el tiempo transcurre: el pasado es aquello
que dejamos atrás y que ya no se puede alterar, a diferencia del
futuro, que todavía está por determinar; la realidad, el ahora,
en cambio, es lo que existe en el momento presente.
Detrás
de este concepto tan intuitivo, se esconde uno de los misterios más
profundos de nuestro universo. Todos hemos roto en alguna ocasión un
vaso, pero nadie ha visto que un vaso roto se reconstruya del suelo a
partir de sus pedazos. ¿Por qué el tiempo siempre transcurre hacia
adelante y nunca hacia atrás? Esta pregunta, en apariencia sencilla,
se ha resistido a los grandes pensadores de la humanidad desde hace
siglos. Ni siquiera los científicos de la actualidad tienen claro
exactamente lo que es el tiempo, aparte de formar, junto con las tres
dimensiones espaciales, una entidad de cuatro dimensiones que
Einstein llamó espacio-tiempo.
Lo más desconcertante es que las leyes fundamentales de la física
funcionan igual de bien aplicadas hacia atrás en el tiempo; no hay
nada en ellas que distinga entre el pasado y el futuro, pese a lo
cual la flecha del tiempo siempre apunta del pasado al futuro, y no
al revés.
En
su nuevo libro, el físico Richard A. Muller acepta el desafío de
intentar explicar qué es el tiempo, lo que ya sabemos y lo que
todavía ignoramos. No es tarea fácil, pues para ello hay que
manejar conceptos como la entropía, los agujeros de gusano, la
energía oscura, la física cuántica y la teoría de cuerdas. Por
suerte, Muller siempre encuentra la manera de explicar al lector los
conceptos más complejos de una forma clara y sencilla, aportando
datos o recurriendo, si hace falta, a Calvin
y Hobbes o
Terminator.
El resultado es un libro que resulta fácil de leer a pesar de la
profundidad de los temas que trata. El listón estaba muy alto
después de su anterior libro (Física
para futuros presidentes, uno de mis libros de divulgación
científica de referencia), y lo cierto es que el autor ha superado
el examen con nota.
|
Richard A, Muller, en una imagen de su web |
Richard
A. Muller (1944) es un físico estadounidense y profesor emérito en
la Universidad de Berkeley. Investigador sénior del Lawrence
Berkeley National Laboratory, ha recibido varios reconocimientos a
sus trabajos experimentales, entre ellos la beca
MacArthur en
1982, también conocida como el
premio de los genios,
y el Breakthrough
Prize en
2015 al formar parte del equipo que puso de manifiesto la aceleración
del universo. En su calidad de experto, Muller ha sido asesor
gubernamental al más alto nivel y aparece en muchos programas
especiales y documentales de los canales de televisión pública de
Estados Unidos y Gran Bretaña. Es autor del éxito de ventas Física
para futuros presidentes (2008),
basado en sus clases de física en Berkeley para universitarios sin
formación científica, votadas en más de una ocasión por los
estudiantes como “la mejor clase del campus”. En 2010, fundó
junto a su hija el grupo Berkeley
Earth,
una organización destinada a estudiar los efectos del cambio
climático y a concienciar a todos sobre sus terribles efectos.
Después
de este impresionante currículum, volvamos al libro que nos ocupa.
Ahora se estructura en cinco grandes partes: Tiempo
asombroso, Flecha rota, Física horripilante, Física y
realidad y Ahora. Como colofón, el libro termina con
cinco apéndices donde el autor profundiza en algunos de los temas
que ha tenido que pasar de puntillas en el libro, como las
matemáticas de la relatividad especial o el principio de
incertidumbre.
En
la primera parte, Tiempo
asombroso,
Muller comienza hablando de algunos aspectos del tiempo que chocan
contra nuestro sentido común. Gracias a Albert
Einstein y su teoría de la relatividad, hoy sabemos que el
tiempo no es absoluto, sino que depende del observador: se ralentiza
para un observador que se mueve con respecto a otro a gran velocidad
o por efecto de la gravedad. Esta dilatación del tiempo tiene
implicaciones sobre nuestra vida cotidiana. El GPS, el sistema de
satélites que evita que nos perdamos, depende directamente de la
relatividad de Einstein; de no ser así fallaría su posición en 2,4
kilómetros. Una de las consecuencias de la relatividad del tiempo es
que la simultaneidad de dos sucesos es también relativa a cada
observador. Es decir, dos sucesos que ocurren al mismo tiempo para un
observador, no ocurren simultáneamente para otro observador que se
esté moviendo respecto al primero. Todo esto es imprescindible para
entender el significado de ahora.
En
la parte II, Flecha
rota,
Muller desmonta “la
teoría que más ha impedido el progreso en la concepción del
ahora”,
en sus propias palabras. Esa pieza mal colocada en nuestro
rompecabezas es la teoría del físico inglés Arthur
Eddington en la que intentaba dar una explicación sobre la
flecha del tiempo, esto es, el hecho de que el pasado determina el
futuro y no al revés. Eddington atribuía el fluir del tiempo al
aumento de la entropía, una medida del desorden del universo. Según
Muller, Eddington lo interpretó al revés. El fluir del tiempo hace
que aumente la entropía, no al contrario. Y para ello nos da una
clase magistral de cosmología remontándose varias décadas para
explicarnos algunos de los grandes descubrimientos del siglo XX, como
el descubrimiento de la radiación
de fondo de microondas o el hallazgo de la expansión
acelerada del universo, en la que el propio autor tuvo un papel
importante.
La
parte III, Física
horripilante,
añada otro elemento esencial para la concepción del ahora:
la extraña y desconcertante física cuántica. En el mundo
subatómico, el reino de la física cuántica, las partículas se
comportan como ondas y las ondas como partículas; los fenómenos no
pueden conocerse con total precisión; y cualquier partícula puede
encontrarse en una superposición de estados. Por si fuera poco, un
misterioso fenómeno llamado entrelazamiento
cuántico permite que las propiedades de dos partículas
entrelazadas cambien a la vez por muy alejadas que se encuentren.
Muller admite que este y otros aspectos de la física cuántica le
causan cierta desazón, como ya le pasara a Einstein, quien la
calificaba como horripilante. Pero lo cierto es que la física
cuántica ha aprobado con nota hasta ahora todos los exámenes, ya
que sus predicciones coinciden con los resultados experimentales
hasta en diez decimales.
En
la parte IV, Física
y realidad,
Muller reflexiona sobre las limitaciones de la física. Porque, por
sorprendente que parezca, la física es una teoría incompleta y
nunca podrá abarcar toda la realidad. El motivo es que se basa en
las matemáticas, y estas son incompletas, tal y como demostró Kurt
Gödel en el
teorema que lleva su nombre. Esta parte, en mi opinión, no
termina de encajar con el resto del libro, pues se deja a un lado el
tiempo y el ahora, para tratar temas menos científicos como la
religión, el llamado fisicalismo
o el libre albedrío. Eso sí, me ha gustado la definición de
ciencia que hace el autor, según la cual es "un
subconjunto del conocimiento por el que podemos aspirar a un consenso
universal. La ciencia dispone de los medios para resolver
controversias, para determinar qué es correcto y qué no".
En
la parte V y última del libro, Ahora,
las piezas encajan finalmente en el rompecabezas. Para entender la
causa del fluir del tiempo hay que remontarse al Big
Bang; entonces se inició, no solo la expansión del espacio,
sino también la progresión del tiempo. Ese nuevo tiempo es la clave
del ahora.
Muller lo explica de forma muy clara en el siguiente párrafo:
"El
fluir del tiempo no lo determina la entropía del universo, sino el
propio Big Bang. El futuro no existe aún; se está creando. Ahora
está en la frontera, en la vanguardia, es el nuevo tiempo que sale
de la nada, filo rector del tiempo."
Ya lo
dijo San Agustín en el siglo V: "¿Qué es el tiempo? Si
alguien me lo pregunta, sé lo que es; si quiero explicarlo, no lo
sé." Richard A. Muller tampoco tiene la respuesta completa,
pero gracias a este libro podemos conocer las últimas indagaciones
sobre este tema tan fascinante.